Antes de juzgar mi vida o mi carácter...ponte mis zapatos, recorre el camino que he recorrido, vive mis penas, mis dudas, mis carcajadas...!!! Recorre los años que he recorrido y tropieza ahí donde tropecé y levántate así como yo lo he hecho...!!! Cada cual tiene su propia historia y entonces ahí podrás juzgarme!!!
(Patricia Elena Vilas, poeta de la República Argentina)

sábado, 6 de diciembre de 2014

VÍA CRUCIS ( De hombre luminoso a hombre invisible)


Nueve meses de lucha contra un cáncer de colon, una
cruenta batalla cara a cara con la muerte, continuas
crisis de salud y la jerga de la angustia, una jerigonza
extraña, complicada y difícil de entender, de aceptar.
El hombre finalmente se murió, no pudo con el
naufragio de la muerte porque era marinero de la vida.

Así fue:

1.ª estación (hospital, abril, mayo, 2002).
Pérdida acelerada de peso. Anemia.
Dificultades respiratorias. Comienzo de los problemas
para dormir. Vigilias. Colonoscopia que da como
resultado la presencia de pólipos cancerígenos.
«Hay que operar.»

2.ª estación (hospital, junio, 2002).
Pruebas de anestesia con vistas a una intervención
quirúrgica de carácter urgente que extirpará o
quemará los pólipos que están a punto de obstruir
el intestino. El hombre difícilmente puede defecar.
También se le extirparán las hemorroides.

3.ª estación (hospital, junio, 2002).
Ecografía abdominal. En el hígado hay un número
indeterminado de tumores con metástasis.

4.ª estación (hospital, julio, 2002).
Se descarta la intervención quirúrgica basándose
en las siguientes consideraciones:
– La intervención quirúrgica en el hígado no es posible
debido a que se encuentra casi totalmente
invadido (80-85 %) por el cáncer y la extirpación puede
provocar la muerte.
– La intervención quirúrgica en los tumores del colon no
es posible debido a la debilidad que presenta el enfermo.
Además presenta un estado de anemia bastante agudo.

5.ª estación (hospital, agosto, 2002).
Nueva analítica. La anemia ha disminuido lo suficiente.
Se realiza un nuevo preoperatorio.

6.ª estación (hospital, agosto, 2002).
Intervención quirúrgica.
Extirpación de algunos pólipos, pero no de su
totalidad. El hombre consigue defecar
—¡cuánto luchó por conseguirlo!—
y al poder hacerlo se le ve sonreír. Estado grave
sin llegar a crítico.

7.ª estación (hospital, casa, agosto, 2002).
Hemorragia anal bastante grave que es corregida
urgentemente. Mejoría apreciable.
El hombre es dado de alta.

8.ª estación (casa, septiembre, 2002).
El hombre logra comer. Dietas blandas, hidratación.
Un día comienza a empeorar de forma alarmante.
Se inicia un deterioro acelerado de su salud.

9.ª estación (casa, septiembre-octubre, 2002).
El hombre ya no puede andar, deambula por la casa
arrastrando los pies.

10.ª estación (casa, octubre, 2002).
El hombre ya no puede dormir, tiene que levantarse constantemente a orinar. Nuevas pruebas:
los riñones no funcionan bien.

11.ª estación (casa, noviembre, 2002).
El hombre comienza a utilizar una muleta para
desplazarse por el pasillo de la casa.
No se sostiene en pie. Un día cae al suelo.
Ya no puede enderezar su portentoso cuerpo,
pasa los días en la cama o en su sillón habitual.
El hombre se está yendo de la vida.

12.ª estación (casa, diciembre, 2002).
Semana de Nochebuena.
Los hijos del hombre deciden que cada noche uno se
quedará a dormir en la casa con la excusa de ayudar
a la madre. Durante la cena de Nochebuena, intuyendo
que iba a ser la última que pasarían todos juntos,
se realiza la última foto de familia.

13.ª estación (casa, hospital, enero, 2003).
El hombre tiene las piernas completamente llenas
de líquido. Se agrava el problema de sus riñones.
Ya no puede respirar adecuadamente.
Ingreso en el Servicio de Urgencias del
Hospital Clínico de Ciudad Norte.

14.ª estación (hospital, enero, 2003).
El hombre es encamado en el servicio de
cuidados paliativos del Hospital Clínico
de Ciudad Norte.
Cuando la madrugada,
cerrados sus ojos,
decidió no volver a abrirlos,
el hombre dejaba la vida,
y todo
lo que estaba vivo moría con él.