Antes de juzgar mi vida o mi carácter...ponte mis zapatos, recorre el camino que he recorrido, vive mis penas, mis dudas, mis carcajadas...!!! Recorre los años que he recorrido y tropieza ahí donde tropecé y levántate así como yo lo he hecho...!!! Cada cual tiene su propia historia y entonces ahí podrás juzgarme!!!
(Patricia Elena Vilas, poeta de la República Argentina)

sábado, 21 de junio de 2014

Al final de todo

   
  Al final de todo, tras la cruenta lucha, tus cabellos blancos, alas de una mariposa blanca, llegaron a ser brillantes como el lucero del firmamento donde habitas entre las voces de los ángeles. Tu muerte fue un salto de luz, hombre del amor desdichado, en quietud, en claridad.

     Ojalá que las estrellas, en la inmensidad que ahora habitas, te bañen de la paz tan merecida que nunca conociste. Ahora después que me he quedado sin tiempo, intento que mi poesía muestre al mundo la luz mágica de la constelación que tú albergaste.

     Cuando te recuerdo, un rayo corre por mi ser como un galope de vida que “desmuere” mi corazón roto. Desde que comprendí que me había quedado sin tiempo, te escribo soñando con la altura de tu memoria, para elevar al mundo tu lirio gigante, dándote mi alma en cada verso.

     No permitiré que el aire tan triste que dejó en tu vida el caballo imposible de tu sufrimiento, que consiguió paralizarte los labios durante treinta años, me impida ahora decirle al mundo todo lo que en mi vida fuiste:
"Un árbol 
del ángel encendido
que
en ti habitaba"

     A cambio de la vida que me diste, ahora me queda la palabra para darte. Tú nunca supiste que, siempre, al contemplarte, deseaba para ti la libertad que te alejara de las garras que sembraron la tristeza dentro de tus pupilas. Aunque me he quedado sin tiempo, vives en mis recuerdos. Aceptada ya tu muerte, deseo que mis palabras sepan interpretar las notas estremecidas de tu corazón de árbol alzado sobre el barro.


     Te agradezco tu corazón azul y te abrazo al oír tu voz de aire aunque me duela el alma al recordarte.