El aire es un grito.
Implacable, la memoria.
¿Quién la emerge?
¿Dónde los ojos hechos a la súplica?
El dolor sin nombre, ¿quién lo soporta?
Profunda soledad de mi alma.
Cuando tú llegaste,poesía,llevaba yo por el mundo una mano tendida hacia un poniente florecido y con urgencia, con la urgencia de levantar un telón de silencio.