Desde que era niño he vivido
en mis dibujos y en todos falta
la lluvia. Rondándome el alma,
obstinado, un rumor pleno de dudas.
En el seno de aquel entorno
cara al vacío, fluían estancias
cautivas de una indolencia arcana.
Nadie más frágil que yo mismo.
Tal vez sea tarde para la memoria
tan lejos de este ahora.