Se abren por el bosque la memoria y los ojos
de una niñez que no recuerdo,
un mundo quebradizo de nombres
oxidados. Buscando refugio
en la profunda quietud,
mi corazón en edad de otoño.
Cuando tú llegaste,poesía,llevaba yo por el mundo una mano tendida hacia un poniente florecido y con urgencia, con la urgencia de levantar un telón de silencio.