Dime si alguna vez fui el centro de mi infancia,
que no la encuentro en la memoria,
que la llevo buscando desde siempre,
que sólo recuerdo el pulso de mi tristeza,
que nací colmado de ella.
Dime si alguna vez fui niño que sueña,
cuéntame alguno de mis sueños;
cuáles mis dibujos; si los hubo,
dónde se encuentran,
recuérdame alguno.
Por qué mi peregrinaje sin ruta,
por qué mi soledad, tanta y tan impuesta,
que necesito abrazarme a la vida
sin desmayo, de tu mano, de tu mano.