La luna antigua y el reloj.
Los bosques del cielo. La calma.
Las orillas. La ventana azul.
La quimera. Los pronombres
y mi voz de náufrago que conoció
otros aires.
Cuando tú llegaste,poesía,llevaba yo por el mundo una mano tendida hacia un poniente florecido y con urgencia, con la urgencia de levantar un telón de silencio.