Volví a sentirme presencia
al llegar a ti. Llevaba
el verso prendido
en el umbral del alma.
Poblado de ti vivía
en todos los aires.
Altos tus ojos, encendían
los míos con su azul tendido
pero creció un cerco de silencio.
Dime que es mentira tu ausencia
porque tengo el tiempo justo
para nombrarte.
No sé si me comprendes.