Desconocida,
sostén de la brisa.
Ausentadas
ya las sombras
y
con el vigor de tu mano,
bautiza
mi nueva vida abierta
al lucero
donde reinas.
Cuando tú llegaste,poesía,llevaba yo por el mundo una mano tendida hacia un poniente florecido y con urgencia, con la urgencia de levantar un telón de silencio.