Soledad de mi infancia.
Hoy gravita desde su rincón herido:
parece
que llega con las lágrimas
de ojo a ojo.
Va y viene.
No sé quién le abrió la puerta,
ni siquiera el mar quiebra su canto.
Aquí está:
transita
entre los ojos estremecidos, deja el llanto;
no desangra el corazón: crucifica,
se levanta en el aire.
Resplandece.
Cuando tú llegaste,poesía,llevaba yo por el mundo una mano tendida hacia un poniente florecido y con urgencia, con la urgencia de levantar un telón de silencio.
Antes de juzgar mi vida o mi carácter...ponte mis zapatos, recorre el camino que he recorrido, vive mis penas, mis dudas, mis carcajadas...!!! Recorre los años que he recorrido y tropieza ahí donde tropecé y levántate así como yo lo he hecho...!!! Cada cual tiene su propia historia y entonces ahí podrás juzgarme!!!
(Patricia Elena Vilas, poeta de la República Argentina)