...se abrirían muy lejos.
Federico
A Plácido
Allá por el aire
la Vega trae su albor de melancolía,
y en la hora de la luz glorificada,
al Poeta, serenamente,
le abre el invisible seno de la tierra su nombre.
Todo es azul indeciso.
Una música vieja
adereza con voz devota
los campos hermanados
con aires de amarilla tristeza.
Silencio. Silencio.
Nuestros ojos en el horizonte,
frontera inabarcable que filtra la memoria
y sendero sin remedio,
donde ineludiblemente naufragamos.
Desnuda es la palabra del amor.
Olvidos de la vida.
El desamor.