Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras...
Federico
A Puri Úbeda
No me cansa
que para contemplarte
se me detenga el pensamiento
y tenga sólo ojos
para el ocre, el azul y el verde de tus auroras,
sólo oídos
para el ri-ri-ri-canto de los grillos,
sólo quietud
para tu abrazo de silencio
que me descansa el alma.
¡Vega de Valderrubio,
magia lírica del Poeta!
¡Remanso de la más inmensa luna,
campo de luces y de los juegos del viento!
¡Bienaventurada y ávida llama,
albor de un jardín de muerte sin dueño!
¡Vega de Valderrubio,
clamor vigente y definitiva sentencia!