A Pedro Enríquez
Después de dejar el alma completamente aire,
andar sin asiento caminos labrados
en días de angustia, aparece la vida
pintada de amarillos, de horizontes;
el amor más tierno escoge definitivamente las manos,
las palabras crean vida propia cada instante
y desnudo es el hallazgo;
la vida nos trae la bienvenida azul definitiva,
el hombre camina solo,
atento al nuevo sonido del aire
sobre este mar de tierra;
cada instante cuenta en este mágico viaje
al otro lado de la vida,
y aparece el misterio del segundo
sin retorno.